Fuente:https://lac.unwomen.org/es/digiteca/publicaciones/2020/06/de-las-palabras-a-la-accion-soluciones-innovadoras-naturaleza-accion-climatica-e-igualdad-de-genero
Introducción:
El trabajo realizado por el Minambiente en el 2021 es una compilación de cinco estudios de caso sobre cómo las mujeres y las niñas se han adaptado para enfrentar y mitigar las consecuencias que trae consigo los desastres naturales. A continuación, se presentan las reseñas de casa estudio de caso:
Estudio de caso 1: Las niñas como líderes en capacidad de recuperación comunitaria en Sudáfrica (G.I.R.R.L).
El proyecto se realiza en Zonderwater, el barrio más pobre del municipio de Ikageng, en la periferia de Potchefstroom, provincia noroccidental de Sudáfrica. A causa de la expansión que se presenta en el municipio de Ikageng, se han creado asentamientos informales, en los cuales habitan personas negras, que no cuentan con tuberías, alcantarillado o servicio de electricidad.
En la comunidad de Sonderwater se han presentado múltiples desastres, y “se enfrentan a un aumento en la pobreza, crímenes, la prevalencia de familias jefeadas por niñas, enfermedades (VIH/SIDA y enfermedades de transmisión sexual), drogas, alcoholismo, falta de educación, prostitución y abuso doméstico sexual y físico” (Minambiente, 2021, p:2). Esto pone a las niñas y mujeres en una posición aún más vulnerable con respecto a como se desarrollan dentro de su vida cotidiana.
El proyectó consistió en capacitar por dos meses a 25 niñas de entre los 13 y 18 años, para convertirlas en lideresas de la comunidad. La capacitación fue impartida por especialistas en salud personal y pública, seguridad contra incendios, consejería y planificación contra desastres. La idea es que estas 25 niñas (las cuales fueron seleccionadas por recomendación de funcionarios de las escuelas y líderes locales), compartan sus conocimientos con la comunidad para reducir las repercusiones de los desastres.
El proyecto maneja de manera efectiva el componente de género, debido a que fomenta la participación de las niñas en la toma de decisiones, las presenta a la comunidad como modelos a seguir, y les da una posición en la cual pueden ganarse el respeto como iguales en las dinámicas sociales de Zonderwater.
Estudio de caso 2: Los roles de género en desastres en los países insulares del pacífico.
El estudio fue una consulta comunitaria sobre cómo perciben y reaccionan las mujeres y los hombres a los desastres naturales y la preparación que deben tener para ellos. Se llevó a cabo en Samoa, Islas Salomón, Fiji y Kiribati.
En primer lugar, se debe tener en cuenta que, en estos países, los roles de género están marcados por la autoridad en lo privado y lo público; siendo las mujeres las encargadas en saciar y encargarse de las necesidades domésticas, mientras los hombres toman decisiones públicas.
- Samoa: en este país las mujeres tienen mayor autoridad pública, pero está limitada a áreas definidas para ellas, tales como el agua, la salud, la higiene, el embellecimiento y la hospitalidad. Pero debido a que el estado se está encargando de la provisión de los anteriores servicios, el poder se está centralizando nuevamente en los hombres y la participación de la mujer ha disminuido.
- Fiji, Islas Salomón y Kiribati: las asociaciones de mujeres tienen a estar relacionadas con las iglesias o diversas ONG. Se presenta un monopolio masculino, el cual carece de medidas efectivas contra los desastres. “Si se incluye a las mujeres en la planificación y toma de decisiones de la gestión de riesgo de desastres, se conseguirán mejores resultados” (Minambiental, 2021, p:3). Asimismo, se menciona que hay disparidades entre los hombres y las mujeres con respecto a quien consideran que maneja los recursos del hogar, los hombres eligiéndose a ellos mismos, y las mujeres comentando que era un trabajo conjunto.
El estudio concluye haciendo una relación entre el poder social de las mujeres y la vulnerabilidad del hogar ante desastres. Cuando las mujeres tenían más voz de decisión en la sociedad, la eficiencia del manejo contra los desastres naturales aumentaba.
Estudio de caso 3: estrategias sensibles al género para la adaptación al cambio climático: basándose en las experiencias de campesinos de la india.
El estudio se realiza en la zona rural de Andhra Pradesh, donde recientemente ha habido cambios con respecto a los periodos de precipitaciones, y donde las temperaturas van en aumento. Lo anterior provoca que los alimentos que sembraban antes, no se den en el clima actual, lo que ha cambiado notoriamente su dieta por una menos nutritiva. Se menciona que hay dos acercamientos a esta problemática: los hombres, que proponen emigrar; y las mujeres, que hablan de nuevas actividades para realizar.
De aquí que surjan las preguntas principales de la investigación: “¿Hasta qué punto el género del trabajador agrícola va a influenciar en su respuesta ante el cambio climático? ¿Es posible que los impactos de la variabilidad climática en la seguridad alimentaria sean diferentes para hombres que para mujeres?” (Minamibiente, 2021, p:5). Se menciona que no hay suficientes estudios que respondan estas preguntas, y que es necesario documentar los saberes sobre la agricultura, el cambio climático, y las estrategias de seguridad alimentaria que tienen los hombres y las mujeres.
Por tal razón es que se está realizando un trabajo cualitativo y cuantitativo con los campesinos y campesinas que dependen de la agricultura pluvial. Este trabajo se está realizando con tres instituciones de la india: India Samatha Gender Resource Centre (SGRC), Acharya N G Agricultural University (ANGRAU), y Suzlon Foundation], la División de Género, Equidad y Empleo Rural (ESW) de la FAO. Y se busca obtener datos que puedan volverse políticas que ayuden planificar formas de adaptación contra el cambio climático.
Estudio de caso 4: El impacto del riesgo en las mujeres, niñas y niños: la situación del sur de Asia.
El sur de Asia tiene la población más pobre del planeta y es un lugar donde tiende a haber múltiples desastres naturales. Se menciona el caso de Bangladesh, en el cual hubo 3 temporales, 4 inundaciones, 1 tsunami y dos ciclones en el transcurso de 1990 y 1992; estos fenómenos, dejaron a 4 millones de personas muertas y afectaron a más de 42 millones. El estudio comprueba que las mujeres y las niñas son más vulnerables que los hombres con respecto a estos desastres naturales, y afirma que es casi imposible para una mujer pobre recuperarse una vez sufrió las consecuencias de un desastre natural.
Las mujeres que fueron afectadas por eventos extremos pueden convertirse en indigentes, y en el caso de ser analfabetas o semianalfabetas, es casi imposible buscar protección legal.
Los fenómenos naturales han traído consigo un cambio social que afecta especialmente a las mujeres y a las niñas, pues al haber una desaparición gradual de sus tierras o de sus casas debido a los ríos y a las precipitaciones, se complica su posibilidad de matrimonio. Esto ha generado sentimientos de falta de valor y autocompasión en las niñas de la región.
Pero si bien las mujeres y las niñas son altamente vulnerables en el sur de Asia, son las que realizan el proceso de “preparación para enfrentar el riesgo, en la gestión una vez que golpea el desastre, y en la reconstrucción de sus dañados recursos de vida” (Minambiente, 2021, p:5). Asimismo, son ellas las encargadas de reconstruir los medios de subsistencia, asegurar las semillas y cuidar a los enfermos, mostrando liderazgo en el manejo de los desastres.
Estudio de caso 5: las mujeres reconstruirán Miami: estudio de caso de respuesta feminista ante el desastre.
El estudio gira en torno a la respuesta de las mujeres tras el huracán Andrew que llegó a Miami en 1994. Se menciona que la mujer ha sido considerada una victima indefensa en vez de personas proactivas, (papel que es otorgado a los hombres).
Después de la catástrofe del huracán surge una fundación elitista dominada por hombres llamada We Will Rebuild, la cual recibió múltiples criticas por el enfoque que tenía y la manera en la que manejaba los fondos. Para contraponerla, surge Women Will Rebuild, la cual en un punto estuvo compuesta por más de 50 grupos de mujeres que se encargaron de dirigir recursos a las principales necesidades de las mujeres y sus familias. Este movimiento fue importante para mejorar los derechos de las mujeres y promoverlas en la toma de decisiones después de los desastres naturales.